Una mujer afroamericana que había exigido reparaciones en su ticket de compra, bajo el argumento explicar las desigualdades entre razas, en un supermercado Target en la periferia de Cincinnati fue golpeada en la cara por un guardia de seguridad blanco y terminó siedo arrestada.
«Este es mi momento Rosa Parks», dijo Karen Ivery, de 37 años —en referencia a la mujer que ocupó un asiento para blancos en lugar de uno en la zona trasera del autobús e inició la marcha de los derechos civiles de los aforamericanos— a los agentes de policía después de una confrontación dentro del supermercado en octubre del año pasado, pero que hasta este momento se dio a conocer en los medios.
La explicación de Ivery a la policía se produjo después de que se produjera una escena dramática en la tienda, donde intentó pagar su factura de mil dólares (unos 18 mil pesos) exigiendo reparaciones al gerente de la tienda y se llevase sus productos gratis. Según el informe policial, la mujer le pidió a la cajera que hablara con un gerente cuando estaba revisando sus compras, mencionando las reparaciones varias veces durante su encuentro.
Cuando llegó el gerente, Ivery pidió reparaciones en su ticket antes de enojarse y caminar «agresivamente» hacia el gerente. “Ivery siguió regañándola sobre las reparaciones y su vida privilegiada» como blanca.
Zach Cotter, oficial de prevención de pérdidas de la tienda, y de 28 años, se acercó a Ivery para tratar de calmar la situación y le pidió que se calmara y abandonara la tienda. Pero la intervención del oficial de prevención de pérdidas solo hizo que Ivery se enojara más, y el cliente que gritaba supuestamente siguió a Cotter a su oficina.
Cuando Cotter trató de cerrar la puerta de su oficina detrás de él, Ivery lo siguió y entró por la fuerza, lo que provocó que el oficial le lanzara un puñetazo que aterrizó de lleno en la cara del cliente, según un informe y un video del incidente. Las imágenes de vigilancia del altercado muestran el momento en que Cotter conectó el golpe, lo que provocó que Ivery cayera al suelo.
La policía que llegó al lugar revisó las imágenes y determinó que Ivery era la «agresora» en la situación y la arrestó. Ivery finalmente fue sentenciada a un día en la cárcel y multada con 110 dólares (casi 2 mil pesos) por conducta desordenada.
