El Tribunal Supremo de Estados Unidos bloqueó el viernes las nuevas restricciones impuestas por tribunales inferiores a una píldora abortiva muy utilizada, lo que supuso una victoria para la administración del presidente Joe Biden en su defensa de un amplio acceso al fármaco en la última encarnizada batalla legal sobre los derechos reproductivos en Estados Unidos.
En una breve resolución, los magistrados accedieron a las peticiones de emergencia del Departamento de Justicia y del fabricante de la píldora, Danco Laboratories, para dejar en suspenso una orden preliminar dictada el 7 de abril por el juez de distrito Matthew Kacsmaryk en Texas.
La orden del juez limitaría en gran medida la disponibilidad de la mifepristona mientras avanza el litigio en un desafío de los grupos antiabortistas a su aprobación reglamentaria federal. Los jueces conservadores Clarence Thomas y Samuel Alito disintieron públicamente de la decisión.
Biden dijo en un comunicado emitido por la Casa Blanca: «Como resultado de la suspensión del Tribunal Supremo, la mifepristona sigue estando disponible y aprobada para un uso seguro y eficaz mientras continuamos esta lucha en los tribunales».
Alito, en una breve opinión, escribió que la administración y Danco «no tienen derecho a una suspensión porque no han demostrado que es probable que sufran daños irreparables en el ínterin».
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), la agencia estadounidense que firma la seguridad de los productos alimenticios, fármacos y dispositivos médicos, aprobó la mifepristona en 2000. El caso actual podría socavar la autoridad reguladora federal sobre la seguridad de los medicamentos.
La mifepristona se toma con otro fármaco llamado misoprostol para realizar el aborto con medicamentos, que representa más de la mitad de todos los abortos en Estados Unidos. El fármaco también tiene otros usos, como la gestión de abortos espontáneos.
Grupos antiabortistas encabezados por la Alianza para la Medicina Hipocrática, de reciente creación, y cuatro médicos contrarios al aborto demandaron a la FDA en noviembre. Los demandantes sostienen que la agencia utilizó un proceso ilegal para aprobar el fármaco, que consideran peligroso.
La FDA ha calificado la mifepristona de segura y eficaz, como ha quedado demostrado durante décadas de uso por millones de estadounidenses, y ha añadido que los efectos adversos son extremadamente raros.
